Deus ex machina, quiere decir «Dios a través de la máquina». Se refiere a un mecanismo de poleas que en los antiguos teatros griegos permitía que un personaje apareciese en el escenario como si descendiese desde el cielo, este se utilizaba cuando el desenlace de una obra se complicaba.
Zeus u otros dioses olímpicos aparecían y lo arreglaban todo en un momento. Gracias a la intervención el mundo volvía en un instante a estar ordenado, lo que era un alivio para el autor de la obra, que, de este modo, salía fácilmente de cualquier callejón sin salida narrativo. Hoy vamos a hablar sobre el deux ex machina en la actualidad, películas, libros o series donde se usa y por qué debemos evitarlo.
¿Qué es el Deus Ex Machina?
Se denomina Deus Ex Machina al elemento externo que soluciona un conflicto de un modo ilógico e inapropiado, sin respetar la coherencia de la propia historia. Suele ocurrir cuando el escritor o guionista no ha desarrollado de forma correcta la trama, y en consecuencia no tiene una forma lógica de acabar su historia.
Por ejemplo:
El héroe de una historia está rodeado y sin escapatoria, a punto de morir, de la nada aparece un ejército de personas que no se han mencionado con anterioridad y resuelven la papeleta, el héroe vive y todos felices. Tanto en literatura como si hablamos de cine, en la ficción se establecen una serie de reglas al principio de la historia, sean fantasiosas o reales, el lector las acepta. Es lógico esperar que el autor deba siempre respetar las leyes que el mismo ha creado.
Esos giros de guion injustificados y forzados se pueden presentar de muchas formas, desde “el séptimo de caballería” hasta saber pilotar un avión sin haber hecho ninguna referencia a ello antes. Hay miles de formas de cometer un Deus Ex Machina y solo una de evitarlo: planificando la historia.
¿Cómo evitar el Deus Ex Machina?
Es sencillo, como acabamos de mencionar, basta con planificar bien tú historia y ceñirse al arma de Chéjov. Pero, ¿qué es el arma de Chéjov? Es un principio dramático que postula que cada elemento en la narración debe ser necesario e irreemplazable, o de lo contrario debe ser eliminado. Es decir, todo ha de tener un propósito, un sentido, o un significado, de lo contrario es un error incluirlo en la obra. Este principio dramático debe su nombre a Antón Chéjov, que explicaba del siguiente modo cómo deben ser los elementos narrativos:
“Uno nunca debe poner un rifle cargado en el escenario si no se va a usar. Está mal hacer promesas que no piensas cumplir. Si en el primer acto tienes una pistola colgada de la pared, entonces en el siguiente capítulo debe ser disparada. Si no, no la pongas ahí”
Un argumento bien estructurado y escrito no tiene por qué acabar en un callejón sin salida, debemos tratar siempre de justificar todos los acontecimientos relevantes y de importancia dentro de la historia. Si esto ocurre así no hay riesgo alguno de incurrir en un deux ex machina y si aunque ocurra algo fantasioso en el desenlace ya insinuaste con anterioridad esa posibilidad, o has dejado pistas durante toda la historia no estarás haciendo uso del viejo truco griego.
A continuación os dejamos algunos ejemplos de películas en las que se hace uso del “Deux ex Machina”:
Jurassic Park- El tiranosaurio que sale de la nada.
El hobbit – las águilas llegan en el último momento y con muchísima puntería.
Superman- ¿Viaje en el tiempo?
La guerra de los mundos- Los marcianos que no pudieron contra los bichitos.
¿Y vosotros? ¿Recordáis alguna peli, serie o libro en la que ocurra esto?. ¡Dejadlo en comentarios!